Los dos niños se asustaron y dijeron...
- ¿Quién eres?
- ¡Soy el mono Devorabananas y voy a vapulearos a pedradas!
- ¡Aaaaaaah! ¡corre hermana corre!
- ¡Corre tú que eres un lento!

Cuando estaban a punto de llegar a la isla surgió un terremoto. El mono les iba a coger, llevaba las noventa y nueve piedras en las manos y en los pies.
Pero había una cosa en el cielo ¿Que era, un pájaro o un avión? ¡No, era Supermonkey! ta ta ta ta ta ta ta ta.
- ¡Ayuda, socorro!- dijeron los niños.
Y en un abrir y cerrar de ojos Supermonkey tenía treinta piedras del mono. Empezaron a tirárselas. Una piedra por aquí, otra piedra por allá. Al final a los dos les quedó una piedra.
Decidieron hacerlo como hombres. No usaron ni piedras, ni espadas, ni nada de eso. Usaron un arma mucho mas letal: una cuerda. El juego consistía en ¡saltar a la comba! un juego muy masculino segun ellos, quien perdiera se tiraría las piedras a la cabeza.
Como era de esperar ganó Supermonkey.
Entonces Supermonkey se estiró e hizo un puente y los niños pasaron por encima y volvieron a su casa.
Y colorín colorado el Devorabananas estaba extraviado.
RAFA
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